Riesgos laborales y EPIs de repartidores a domicilio y mensajeros
El sector de los repartidores a domicilio y mensajeros está sujeto a determinados riesgos laborales y por eso debe hacer uso de los EPIs (equipos de protección individual) adecuados.
El contagio de SARS-CoV-2 es uno de esos peligros, pero hay muchas otras situaciones que pueden afectar a su integridad. ¿Cuáles son las más importantes y qué medidas de prevención son las más utilizadas?
PRL: PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES PARA REPARTIDORES
Pese al escaso contacto con los clientes, estos profesionales están expuestos al contagio de la COVID-19. Los repartidores a domicilio pueden atender cada día decenas de pedidos. Otro peligro es el tráfico. Por eso es clave respetar las señales y los límites de velocidad. Tampoco se debe conducir cansado.
La falta de equipamiento es fuente de peligros. Una caída sin llevar casco puede acabar teniendo consecuencias fatales. Para evitarlas, los servicios de prevención de riesgos laborales (PRL) empiezan informando a los profesionales de las situaciones potencialmente dañinas. También se les enseña a manejar los niveles de estrés con diferentes ejercicios y a mantener la concentración en todo momento. Un despiste puede acabar en accidente y, por eso, es básico prestar atención en cada fase de una entrega.
También se informa de cómo realizar el mantenimiento básico de un vehículo. Esto contribuirá a evitar la mayoría de fallos mecánicos. La medida más efectiva es proveerles de los equipos de protección individual que su labor requiera y asegurarse de que sepan utilizarlos de forma correcta.
EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL
Al estar expuestos a riesgos, los repartidores y mensajeros deben disponer de protecciones. Los elementos más importantes son los que cuidan de los órganos vitales. Este es el caso del casco, el cual es indispensable. En una caída, protege de daños graves en el cráneo. También son necesarios los guantes para la protección de las manos.
En cuanto al torso, una chaqueta o chaleco abriga en los días de trabajo más fríos y protege esta zona en una caída o un golpe. Un buen acolchado es importante para mitigar, en la medida de lo posible, los impactos que se puedan llegar a sufrir.
A la hora de evitar contagios por COVID-19, las mascarillas y los guantes son cruciales. Las primeras serán FFP2 para garantizar la máxima seguridad, en especial al entrar en un edificio a realizar una entrega. Estas mascarillas filtran el aire que se inhala, por lo que se reducen los riesgos en los espacios cerrados.
En definitiva, disponer de los EPI apropiados contribuye de forma capital a garantizar la prevención de riesgos laborales (PRL). Sin un casco, unos guantes o una mascarilla, los repartidores y mensajeros no podrían realizar su labor con seguridad. Por lo tanto, es necesario estar bien preparado y prevenir cualquier tipo de situación peligrosa.