Prevención de riesgos en el sector de los prefabricados de hormigón: EPIs esenciales para un entorno de trabajo seguro
El sector de los prefabricados de hormigón representa una parte esencial de la industria de la construcción.
En él confluyen actividades de fabricación, manipulación de materiales pesados, mantenimiento de maquinaria y transporte interno, lo que genera una combinación de riesgos físicos, químicos y ergonómicos de alta relevancia preventiva.
Contar con Equipos de Protección Individual (EPI) adecuados y correctamente certificados es clave para reducir la siniestralidad y garantizar la salud de los trabajadores.
Principales riesgos en plantas de prefabricados
Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) y la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (ANEFHOP), los riesgos más comunes en este tipo de instalaciones se agrupan en cinco bloques:
- Riesgos por manipulación de cargas y maquinaria:
- Aplastamientos por moldes, prensas o grúas puente.
- Golpes por elementos suspendidos o caída de piezas prefabricadas.
- Atrapamientos en sistemas de vibración, cintas o tolvas.
- Riesgos químicos:
- Exposición a polvo de cemento y sílice cristalina respirable durante el mezclado o desmoldeo.
- Irritación dérmica o respiratoria por aditivos, aceites desmoldantes o pigmentos.
- Riesgos físicos:
- Ruido prolongado por vibradores y mezcladoras (por encima de 85 dB).
- Vibraciones de cuerpo entero en operadores de maquinaria pesada.
- Temperaturas extremas en zonas de curado o espacios abiertos.
- Riesgos ergonómicos:
- Movimientos repetitivos en el encofrado o manipulación manual de piezas.
- Sobreesfuerzos lumbares por posturas forzadas y levantamiento de cargas.
- Riesgos de caídas y resbalones:
- Suelos húmedos o con restos de cemento.
- Plataformas elevadas sin barandilla o accesos inadecuados.
Selección de EPIs recomendados
La elección de los EPIs debe responder a una evaluación de riesgos específica de cada puesto, cumpliendo con la normativa Reglamento (UE) 2016/425 y los estándares UNE-EN aplicables.
Los elementos más relevantes son:
Calzado de seguridad
- Normas aplicables: EN ISO 20345:2022 (nivel de protección S3 o superior).
- Requisitos clave: puntera de acero o composite, plantilla antiperforación, suela resistente a hidrocarburos y con gran capacidad antideslizante (SRC).
- Condiciones recomendadas: resistencia al agua (WR) y aislamiento térmico (HI/CI) para zonas frías o de curado.
- Modelos adecuados Fal: líneas INDICAR LINEAS por su resistencia mecánica, absorción de impactos y estabilidad sobre superficies húmedas.
Ropa de protección
- Norma: EN ISO 13688:2013 + A1:2021 (requisitos generales).
- Características: tejidos resistentes a la abrasión, con refuerzos en rodillas y codos; preferiblemente con tratamiento repelente al polvo y costuras reforzadas.
- En ambientes húmedos o con salpicaduras, puede complementarse con prendas impermeables (EN 343).
Guantes de protección
- Normas: EN ISO 21420:2020 (requisitos generales), EN 388 (riesgos mecánicos) y EN 374 (productos químicos).
- Tipos:
- Guantes de nitrilo o PVC para manipular cemento, aditivos y aceites.
- Guantes con refuerzo en palma y dorso para tareas de carga o vibración.
Protección respiratoria
- Normas: EN 149:2001+A1:2009.
- Recomendación: mascarillas FFP2 o FFP3 en zonas con polvo de cemento o sílice, sustituidas regularmente y ajustadas correctamente al rostro.
- En tareas prolongadas de desmoldeo o limpieza, se recomienda ventilación localizada o equipos de filtración asistida (PAPR).
Protección auditiva
- Normas: EN 352-1/2/3 según tipo (orejeras, tapones o montadas en casco).
- En entornos de mezcla o vibración, los niveles de ruido superan habitualmente los 85 dB, por lo que se requiere uso obligatorio y rotación de personal.
Protección craneal y ocular
- Cascos EN 397, con barboquejo si se trabaja en altura o en zonas de carga.
- Gafas o pantallas EN 166, resistentes a proyecciones de partículas o salpicaduras químicas.
Medidas preventivas complementarias
Además del uso de EPIs, la integración de medidas colectivas y organizativas es esencial:
- Formación específica en manipulación de cargas, trabajo con grúas puente y uso seguro de vibradores.
- Sistemas de ventilación y aspiración localizada para reducir el polvo de sílice (obligatorio según RD 665/1997).
- Mantenimiento preventivo de equipos y control de emisiones de polvo en tolvas y mezcladoras.
- Señalización y orden en planta: itinerarios peatonales separados de zonas de carga.
- Plan de emergencia y primeros auxilios, con personal formado en rescate y atención a atrapamientos.
🔎 Revisión y certificación de EPIs
Los equipos de protección individual deben:
- Estar certificados CE conforme al Reglamento (UE) 2016/425.
- Mantenerse en correcto estado y revisarse antes de cada uso.
- Sustituirse de inmediato en caso de deterioro o tras impactos visibles.
Los responsables de prevención deben registrar estas inspecciones en el Plan de Seguridad y Salud, siguiendo las recomendaciones del INSST (Guía Técnica RD 773/1997).
Cultura preventiva y tecnología al servicio de la seguridad
La seguridad en el sector de los prefabricados de hormigón depende tanto de la calidad de los EPIs como de la formación, la vigilancia activa y la cultura preventiva de cada empresa.
La implantación de calzado de última generación, ropa técnica resistente y sistemas de detección de polvo más eficaces están reduciendo significativamente las lesiones y enfermedades profesionales.
Invertir en protección no solo cumple una norma: garantiza la continuidad del trabajo, la salud de los operarios y la excelencia del producto final.
