Equipos de protección individual en plantas logísticas: claves para la seguridad laboral

Equipos de protección individual en plantas logísticas

En las plantas logísticas, donde la actividad se caracteriza por la manipulación de cargas, el uso de maquinaria y un alto tránsito de personas y vehículos, el uso de Equipos de Protección Individual (EPI) no es opcional, sino una exigencia clave para garantizar la seguridad de los trabajadores.

Las condiciones cambiantes, los riesgos físicos y la necesidad de ergonomía hacen imprescindible una selección rigurosa del EPI más adecuado para cada puesto.

Principales riesgos laborales en entornos logísticos

Antes de definir el EPI necesario, es fundamental identificar los riesgos laborales más comunes en una planta logística:

  • Caídas al mismo nivel: debido a suelos deslizantes, derrames o irregularidades.
  • Golpes o atrapamientos: provocados por carretillas elevadoras, transpaletas o el manejo de cargas.
  • Cortes o pinchazos: durante el manipulado de embalajes, herramientas o mercancías.
  • Sobreesfuerzos: consecuencia de posturas forzadas o levantamiento inadecuado de cargas.
  • Electrocución por acumulación electrostática (ESD): especialmente en áreas de manipulación electrónica.
  • Exposición a ruidos o temperaturas extremas, aunque menos frecuente, en zonas específicas.

Ante estos riesgos, la correcta elección del EPI puede marcar la diferencia entre una jornada segura y un accidente laboral.

Equipos de Protección Individual esenciales en logística

1. Calzado de seguridad

El calzado de seguridad es uno de los elementos más críticos. En logística, debe ofrecer protección frente a impactos, perforaciones, resbalones, acumulación electrostática y además garantizar comodidad durante largas jornadas.

Un ejemplo idóneo es el modelo AF20GR de la línea Airfal de Fal Seguridad, diseñado específicamente para entornos industriales y logísticos exigentes.

Características técnicas del modelo AF20GR:
  • Corte: Textil hidrofugado y transpirable con detalles reflectantes, ideal para ambientes interiores y exteriores.
  • Puntera: Vincap no metálica, ligera y resistente.
  • Plantilla de seguridad: Textil antiperforación (Poliéster de Gran Tenacidad), conforme a la norma EN ISO 20345:2022 (PS).
  • Suela: Tecnología Rebound System, que incorpora un interior de poliuretano de altas capacidades ergonómicas. Mejora el confort, la amortiguación y reduce la fatiga.
  • Normativa: Cumple con EN ISO 20345:2011 (SRC) y EN ISO 20345:2022 (SR), garantizando una alta resistencia al deslizamiento.
  • ESD: Protección contra la acumulación de electricidad estática, esencial en zonas de manipulación electrónica.
  • Plantilla extraíble: Anatómica, ergonómica y con tratamiento antibacteriano.
  • Cierre: Cordones con ajuste interno mediante licra para un encaje firme y confortable.

Este modelo ofrece un equilibrio perfecto entre seguridad, ergonomía y ligereza, características imprescindibles para los trabajadores logísticos que pasan muchas horas de pie o en movimiento.

2. Guantes de protección

Los guantes son un EPI fundamental para los trabajadores de plantas logísticas, ya que protegen frente a cortes, abrasiones, perforaciones y agentes químicos. La elección del modelo adecuado dependerá de la tarea desempeñada:

  • Para la manipulación general de mercancías, se recomiendan guantes de fibra sintética recubiertos de nitrilo o poliuretano, que aportan agarre, resistencia al deslizamiento y sensibilidad táctil.
  • En tareas de despaletizado o manipulado de embalajes, los guantes anticorte con nivel de protección B o superior según EN 388 son una opción óptima.
  • En zonas donde se manejan productos químicos o disolventes, los guantes deben cumplir la norma EN ISO 374, garantizando resistencia a la penetración y permeación de sustancias peligrosas.

Además, los guantes deben adaptarse correctamente a la talla del trabajador para no interferir en la destreza manual ni provocar fatiga en la mano por presión o fricción.

3. Ropa de trabajo

La vestimenta laboral en entornos logísticos debe estar diseñada para ofrecer comodidad, libertad de movimiento y resistencia a la abrasión, sin comprometer la seguridad. Es recomendable que cumpla las siguientes características:

  • Tejido transpirable y resistente, preferiblemente con refuerzos en zonas de mayor desgaste (codos, rodillas).
  • Corte ergonómico, que facilite el trabajo dinámico (agacharse, levantar cargas, subir a maquinaria).
  • En áreas de baja visibilidad o circulación de vehículos industriales, es imprescindible ropa de alta visibilidad conforme a la norma EN ISO 20471, con bandas reflectantes en torso y extremidades.
  • En zonas frías (muelles, cámaras frigoríficas), deben usarse chaquetas térmicas o forros interiores certificados según EN 14058, sin comprometer la movilidad.

Además, el uso de chalecos acolchados o prendas con múltiples bolsillos facilita la portabilidad de herramientas ligeras y dispositivos electrónicos como lectores de códigos o terminales de gestión.

4. Protección ocular y auditiva

En función del área dentro de la planta, los trabajadores pueden estar expuestos a riesgos oculares y acústicos que deben ser debidamente controlados:

  • Las gafas de protección son necesarias en zonas con riesgo de impacto de partículas, salpicaduras químicas o generación de polvo. Deben cumplir con la norma EN 166, y es recomendable que tengan tratamiento antiempañamiento y antirayaduras para mejorar la durabilidad y visibilidad.
  • Para la protección auditiva, especialmente en muelles de carga, áreas de mantenimiento o donde se empleen compresores y herramientas eléctricas, se deben usar protectores auditivos tipo orejeras o tapones, que reduzcan los niveles de exposición a menos de 80 dB, conforme a la norma EN 352.

Una correcta señalización de las zonas con protección obligatoria ayuda a reforzar la cultura preventiva.

5. Protección respiratoria

Aunque en la mayoría de zonas logísticas los niveles de contaminantes son bajos, existen tareas puntuales o áreas concretas en las que se requiere protección respiratoria específica:

  • En operaciones de limpieza con productos químicos, descarga de contenedores que han transportado materiales en polvo o manipulación de residuos industriales, se debe valorar el uso de mascarillas autofiltrantes FFP2 o FFP3, conforme a la norma EN 149.
  • Si el entorno de trabajo implica una exposición prolongada a partículas, es recomendable utilizar modelos con válvula de exhalación, que mejoran el confort y reducen la acumulación de calor.

Los sistemas de filtración deben ser revisados y sustituidos con la periodicidad adecuada, y el personal debe estar formado en su uso correcto.

El uso correcto de Equipos de Protección Individual en logística reduce significativamente el índice de siniestralidad laboral. En este entorno, el calzado de seguridad desempeña un papel protagonista, al ser la primera barrera frente a impactos, resbalones y esfuerzos posturales. Modelos como el AF20GR de Fal Seguridad no solo cumplen con los estándares técnicos más exigentes, sino que además mejoran la comodidad del usuario y favorecen un rendimiento más seguro y eficiente.