¿Qué es la higiene industrial? Importancia y aplicación de un Plan
Algunos puestos de trabajo pueden tener ciertas características nocivas para la salud. La higiene industrial, dentro de la Prevención de Riesgos Laborales (PRL) trabaja para anticiparse a los diferentes daños que se originan durante la actividad laboral. Para ello, se deben identificar, controlar y evaluar las consecuencias.
Esta higiene no solo llega a ocuparse de la seguridad mental y física de los empleados, sino también del perjuicio que puede provocar en el entorno de la organización una mala higiene.
¿Cómo aplicar esta higiene y cuál es su importancia? A continuación, se aportan todos los detalles.
HIGIENE INDUSTRIAL: IMPORTANCIA Y APLICACIÓN EN LA PRL
En primer lugar, se destaca su importancia y, en segundo lugar, su aplicación. Siempre teniendo en mente una adecuada prevención de riesgos laborales.
LA IMPORTANCIA DE LA HIGIENE INDUSTRIAL
Esta higiene comprende un sistema complejo de principios y reglas que se encuentran enfocadas a reconocer y controlar factores de riesgo, que logren evitar problemas de salud y seguridad de los empleados.
Además, no contar con una adecuada higiene en la materia provoca en la empresa una reducción de la productividad. Se incrementarán a la par los cuadros endémicos o epidémicos provocados por la mala higiene.
Por otro lado, la importancia de esta higiene va más allá de la protección de los trabajadores: también de los clientes y de la imagen que el resto de clientes tiene sobre la organización.
CÓMO APLICARLA A TRAVÉS DE DIFERENTES MÉTODOS
Para la prevención de enfermedades y riesgos derivados de malas prácticas, es necesario aplicar diferentes acciones para mantener controlados los posibles contaminantes:
1. Identificar. El primer paso es la detección de los contaminantes con los que se trabaja. Estos pueden ser ruidos, vibraciones o sustancias. Desde este punto se puede trabajar en la labor de prevención.
2. Medición. En segundo lugar, se debe determinar las cantidades de agentes contaminadores. Las mediciones realizadas con algunos instrumentos deben ser acordes al tipo de contaminación.
3. Evaluación. Esto permitirá determinar en la empresa si la situación es la correcta. Para ello se deben comparar los resultados con la legislación vigente. Si se encuentran los resultados dentro de los límites establecidos, lo ideal es revisar de forma periódica los niveles para realizar comprobaciones.
4. Control. Si existen riesgos, se deben llevar a cabo acciones para cada contaminante y, así, lograr una reducción o eliminación del riesgo del posible deterioro de la salud de los trabajadores.
Invertir en mejorar la higiene industrial es vital para lograr que la empresa aumente su productividad y reduzca costes derivados de las bajas laborales. Por otro lado, la ley obliga a proteger a los empleados de las empresas y, en la medida de lo posible, a reducir las posibilidades de sufrir accidentes.