PRL, cómo afrontar la reincorporación de un trabajador tras una baja laboral de larga duración

PRL, cómo afrontar la reincorporación de un trabajador tras una baja laboral de larga duración

La PRL (Prevención de Riesgos Laborales) también se encarga de gestionar la reincorporación a la plantilla de una persona que ha tenido una baja laboral de larga duración (superior a seis meses y con la posibilidad de una prórroga de 180 días en caso de estar más de un año sin poder acudir al trabajo).

Para facilitar que este tipo de trabajadores vuelva a la empresa es imprescindible poner en marcha los siguientes planes de actuación.

UN DEPARTAMENTO DE REINCORPORACIÓN

Caer en la mala praxis y permitir que sea la Seguridad Social la que decida no deja de ser la peor opción de todas. Una persona que ha estado de baja como consecuencia de una enfermedad o de un accidente tampoco puede regresar a su puesto de trabajo original sin un periodo de adaptación.

Lo idóneo es crear un departamento específico que primero analice las características de la baja y segundo le ofrezca al trabajador un puesto adecuado a su nueva situación. Es decir, la empresa debe ponerse siempre en el lugar de esa persona, encontrar cuáles son sus puntos fuertes y proceder a sacarle el máximo partido a su talento.

UN PROCESO PROGRESIVO DE ADAPTACIÓN

Tras decidir la compañía cuál será el nuevo puesto del trabajador, hay que conocer cuál es su disponibilidad, cuáles son las secuelas de su baja, cómo quiere conciliar su trabajo con su familia y detalles que afectan tanto al ámbito psicológico como personal.

Se trata de diseñar una jornada laboral en la que el trabajador tenga siempre la certeza no solo de que se le ha respetado su puesto de trabajo sino también que tiene todo el apoyo de la empresa para seguir con su rehabilitación, en el caso de que fuera necesaria, y con su nueva vida.

Además, la pérdida de contacto con los compañeros o la integración en un nuevo departamento también exige un trabajo personal destinado a conseguir que el proceso sea más llevadero y sencillo para todas las partes implicadas en el mismo.

Debemos subrayar que las medidas PRL han de tener un denominador común: la creación de un entorno de trabajo que se ajuste a las nuevas circunstancias del trabajador. Resulta imprescindible entender que el trabajador se está incorporando a la empresa y que forma parte de un equipo. Por lo tanto, el resto de trabajadores también tendrá que entender la situación y animar al reincorporado a conseguir los objetivos propuestos.

Esperamos haber comentado los aspectos más importantes de un proceso de reincorporación que debería formar parte de la normativa PRL de cualquier empresa.

Todo sea por convertir ese regreso en el inicio de una nueva etapa en la que trabajador y empresa descubran una nueva forma de colaborar y de seguir avanzando.