Los riesgos de usar un calzado de seguridad inapropiado

Los riesgos de usar un calzado de seguridad inapropiado

El calzado de seguridad es un elemento de protección indispensable en según qué puestos de trabajo. Llevar unos zapatos que no cumplan con los requisitos necesarios o que no se ajusten al pie puede tener graves consecuencias.

Por este motivo, es muy importante que procures usar siempre unos apropiados para ti, ya que, de lo contrario, ni cumplirán su función ni harán bien a tus pies. Vamos a ver algunos problemas que puede traer usar un calzado inadecuado.

UNA MENOR SEGURIDAD

La primera consecuencia que hay que mencionar, y probablemente la más obvia, es que si unos zapatos de seguridad no son apropiados para el trabajador que los usa tampoco cumplirán con su función. Imagina que trabajas en un lugar frío y al aire libre; en ese caso el calzado ha de ofrecerte protección térmica o podrías acabar teniendo problemas de salud, algunos de ellos muy graves. Esto puede aplicarse a cualquier tipo de trabajo que requiera una protección: el calzado ha de reunir los requisitos mínimos necesarios para ejercer las tareas que correspondan.

Por otro lado, muy importante, está el hecho de que los zapatos tengan una suela antideslizante. Sobre todo en determinados terrenos, usar un calzado que resbale es peligroso, y es que una mala caída puede llevar a padecer lesiones graves.

PROBLEMAS DE SALUD DERIVADOS DE UN CALZADO INADECUADO

Usar un calzado de seguridad inapropiado aumenta los riesgos laborales, pero también es problemático usar zapatos que no se ajusten a tu pie, incluso si cumplen con las características marcadas en lo que a seguridad se refiere. ¿Qué debes vigilar en este sentido? Que el zapato no oprima tu pie y le deje transpirar, entre otras cosas.

Los juanetes y la fascitis plantar son solo dos de los muchos problemas que podrías tener si no das importancia a usar un calzado que se adapte a tu pie. También podrías sufrir dolores de espalda si la incomodidad te hace tener una mala postura o incluso ver empeorada tu circulación si el zapato te aprieta demasiado. ¿Sueles notar tus pies hinchados? Si es así, has de saber que esta no es una buena señal y no deberías restarle importancia; igual es el momento de cambiar de calzado.

La piel también se ve afectada por unos malos zapatos, concretamente en los casos en los que estos no dejan que el pie transpire. Algo habitual sería sufrir dermatitis, que es bastante incómoda pero evitable si la causa es la que estamos explicando.

En definitiva, ya ves que es importante usar un buen calzado de seguridad. Procura que cumpla su función protectora ante todo, pero también que ni oprima tu pie ni quede demasiado ancho: el zapato debe sujetar. Con una buena elección son muchos los problemas que puedes evitar.