Riesgos ergonómicos en el trabajo

Riesgos ergonómicos en el trabajo

Después de un merecido descanso la mayoría de nosotros volvemos a trabajar, algunos sentados, otros de pie, moviéndonos, quietos, … El hecho de estar muchas horas en la misma posición o desplazando y portando objetos hace que en todos y cada uno de nuestros movimientos surjan los llamados riesgos ergonómicos.

Estos riesgos son aquellos que involucran posturas, esfuerzos físicos o manejos de cargas por ejemplo. Todos estos riesgos pueden derivar en lesiones y es fundamental prevenir para evitarlas:

  • Adopta una postura natural evitando posturas que no produzcan fatiga corporal.
  • Dispón de una iluminación adecuada en el puesto de trabajo puesto que una mala iluminación puede provocar malas posturas.
  • Sitúa en zonas accesibles y cómodas aquellos elementos que se vayan a usar con normalidad.
  • Regula las alturas (asiento, mesa de trabajo…) y espacios en el trabajo.

Un factor clave a la hora evitar este tipo de riesgos es diferenciar entre aquellos trabajos que requieren estar de pie mucho tiempo frente a aquellos más sedentarios.

Si sois de los que trabajáis de pie, prestad atención a las siguientes recomendaciones:

  • Si estáis quietos y trabajáis con las manos, procurad tener la mesa a una altura cómoda pudiendo apoyar los brazos para tenerlos más descansados evitando estar agachados o con la espalda doblada.
  • Son recomendables cambios frecuentes de postura y distribuir el peso de forma uniforme entre ambos pies.
  • Si os tenéis que agachar, la forma ideal es flexionando rodillas y caderas y manteniendo la espalda recta.
  • Debéis intentar en la medida de lo posible no forzar las posturas, y si trabajáis sin apenas moveros, intentad andar un poco de vez en cuando o al menos mover las piernas.

Por el contrario, si sois de los que trabajáis sentados, seguid estos consejos:

  • Es fundamental regular la altura del asiento pudiendo apoyar perfectamente los pies en el suelo y alineando las rodillas con la cadera. Nos debemos sentar lo más atrás posible y apoyar la espalda contra el respaldo.
  • La mesa de trabajo tiene que estar a una distancia que no nos obligue a inclinarnos hacia delante. Tenemos que poder apoyar los brazos en la mesa y que los objetos que más usemos estén cerca y a la misma altura para intentar mover los hombros lo menos posible.
  • A la hora de moverse, tenéis que girar todo el cuerpo a la vez intentando no realizar giros forzados de la cabeza. También es aconsejable levantarse y andar cada cierto tiempo.

Todo trabajador debe buscar la forma más cómoda para trabajar y la postura adecuada. Si aplicáis estos consejos en vuestro lugar de trabajo, notaréis la diferencia. ¡Animaros a probarlo!