Prevención de PRL para los bomberos

Prevención de PRL para los bomberos

El colectivo de bomberos no está exento de la denominada PRL o Prevención de Riesgos Laborales. Pese a que no cuenta con una legislación específica, existen ciertas situaciones de riesgo donde entra en juego la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil. ¿Qué dice esta norma?

SITUACIONES DE RIESGO DE LA PRL

El sector de los bomberos se define como una actividad multi-riesgo. Por un lado, el bombero profesional se expone constantemente a sustancias químicas peligrosas, especialmente en su lucha contra el fuego. Aunque también el humo del diésel le afecta. Las tareas que lleva a cabo son muy exigentes y, por tanto, se exponen a factores de carga músculo esquelética.

Incluso los bomberos sufren altos decibelios de ruido, fruto de las alarmas y de las sirenas. Además, trabajan en un entorno muy estresante. Están constantemente salvando de vidas y la jornada laboral de turno partido o de noche también es otro valor añadido. Se exponen a múltiples agentes biológicos, aunque principalmente se trata del sida o de la hepatitis.

Finalmente, el cáncer se sitúa como el factor de riesgo invisible de los bomberos debido a que puede aparecer pero a largo plazo.

¿QUÉ SON LOS EPIS?

El equipamiento de este colectivo conforma los denominados EPIs recogidos en el RD 773/1997. Es todo aquel instrumento o indumentaria destinado a proteger de riesgos específicos al propio trabajador. En el caso de los bomberos existen diferentes niveles de riesgo.

Por un lado, están los de categoría I que aparecen cuando los riesgos son mínimos, de categoría II cuando los riesgos son moderados -como las botas- y de categoría III cuando el riesgo ya puede tener consecuencias mortales, donde aparece el casco integral.

En este sentido, el equipamiento básico del bombero está compuesto por el traje, el casco integral, las botas, las cintas aislantes, la chaqueta y los guantes de tipo ignífugo.

SITUACIÓN ACTUAL DE LA PRL

Actualmente, existe una cierta diferencia en cuanto a PRL respecto a otros cuerpos de Seguridad del Estado. Las enfermedades que se derivan de los factores de riesgo están especialmente relacionadas con afectaciones de la función respiratoria y de la conducta auditiva. El estrés también provoca que la edad de jubilación media de un bombero sea relativamente joven.

Asimismo, el marco de actuación en las distintas provincias y Comunidades Autónomas no es igual. A nivel de salud, se están tomando muchas medidas a nivel físico (especialmente en cuanto a la presencia de material tóxico), pero se está dejando de lado todo lo que difiere a la parte psicológica.

En este sentido, los cuerpos de bomberos requieren también la existencia de una PRL propia y exclusiva como sí ocurre con otros sectores profesionales.